“No quiso la lengua castellana –dice Lope de Vega- que de casado a cansado hubiese más de una letra de diferencia”.
El matrimonio no es asunto fácil. Con frecuencia surge entre los casados cansancio. Si el amor matrimonial no se renueva constantemente, la rutina puede producir estragos. Hay que vigilar constantemente para no pasar de “casados” a “cansados”.
La vida de casados puede ser maravillosa si el afecto y la entrega mutuos se actualizan diariamente, de lo contrario, el aburrimiento y la desidia están asegurados. Ya lo dijo Balzac: “El matrimonio debe combatir sin tregua un monstruo que todo lo devora: la costumbre”.
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